miércoles, 3 de diciembre de 2008

¡Que paaase Bejaraaano!

Yuriria Sierra
Nudo Gordiano
03-Dic-2008

Cuando se piensa que el cinismo no puede expresarse de tantas formas en una sola persona es cuando el sujeto en cuestión nos dice que estamos equivocados y el único límite a nuestros pensamientos es nuestra propia y anticuada decencia...

Cuando salieron a la luz los videos que lanzaron a la fama, de una manera poco grata (para los protagonistas), a René Bejarano, no le quedó de otra sino pasar una temporada en el Reclusorio Norte de la capital mexicana. A la esposa, Dolores Padierna, no le quedó otra (o tal vez sí, pero no acorde con su compinchería en el cochinero) que encargarse de limpiar, lo más que pudo, la reputación del esposo. Y aunque no dimos crédito, pero sí muchas risas, cuando la sed de poder de este personaje fue evidenciada en cadena nacional, menos aún, cuando éste recuperó la libertad. Entendimos, casi a fuerza, que a todos nos llega la redención siempre que se acepten los costos que en el escrutinio público deberán pagarse. Así que no nos quedó sino resignarnos. Total, a ellos siempre los mandan al fuero y a nosotros directito a la tostada.
Tal es la necesidad de reivindicarse que, en clara señal de arrepentimiento o de pérdida completa de la realidad, reaparecen en los escenarios que alguna vez disfrutaron y de los que fueron hechos a un lado cuando su naturaleza reptiliana se hizo presente.
Y aunque ya lo había anunciado, René Bejarano reapareció en la plataforma política el domingo 30 de noviembre, para hacer oficiales los motores del Movimiento Nacional por la Esperanza, que intentará encauzar al camino de la democracia pura a la izquierda nacional. Alejarlo del deseo de enriquecimiento patrimonial, del que alguna vez fue presa, y del engaño extremo y las promesas que nunca son cumplidas. Algo así como un AA para políticos, pero con la incertidumbre que provoca el saber que, hablando de políticos y no de alcohólicos, no hay ni siquiera cruda (moral, obvio) en el caso de los primeros...
Está de más decir que pensar en René Bejarano como un político arrepentido y que espera redención pública es una idea que me provoca sentimientos encontrados, risa e incredulidad; también exprime mis cualidades lúdicas y las hace imaginar que, para una mejor exhibición de ese político, su regreso pudo haberse armado al son de Laura en América.
El evento, en lugar de ser el lanzamiento del Movimiento de la Esperanza y la buena voluntad o cómo se llame, pudo haberse resuelto en un episodio de aquella famosa emisión peruana, donde se solía resolver problemas con argumentos y golpes, claro que, un político arrepentido, jamás usaría la violencia.
Y es que no me imagino un escenario más propio para escuchar un discurso del tipo: “No pondremos nuestro entendimiento en las riquezas, sino riquezas en nuestro entendimiento”, y le hubiera dado oportunidad de agregarle el toque dramático y así hacer creíbles sus palabras.
También hubieran podido lucirse ahí, la esposa, y de paso entretenernos con jocosas anécdotas de Bejarano, para humanizarlo más y acercarlo a la gente. Llenarlo de testimonios y buenos deseos en este nuevo proyecto. Aquí, el panelista hubiera sido Arturo López Obrador —sí, el hermano de AMLO—, quien hubiera aprovechado para defender su voluntad legítima de apoyar la causa de Bejarano.
Todo esto para que, al final, observáramos a un público encantado con las crónicas y las palabras llenas de esperanza de quien apela a la razón y al perdón que merecen los errores que alguna vez cometió.
Y es que comparar lo del domingo con aquel talk show nos deja la misma pregunta: ¿fue real o una tomadura más de pelo?
...creo que todos sabemos la respuesta.

http://www.exonline.com.mx/diario/columna/432984

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