En obra negra

Sergio Sarmiento
JAQUE MATE
2 Dic. 08

"No vayan al DF porque está en obra negra".Visitante a la Ciudad de México La Ciudad de México es un juguete. Todos los políticos y grupos económicos quieren jugar con ella. Pero lo único que están logrando es estrangularla.Este fin de semana se colapsó el tránsito en la Ciudad de México. ¿Por qué? Porque hubo, como ya es normal, manifestaciones, como la de los grupos de mujeres que conmemoraron el sábado el día internacional de rechazo a la violencia contra la mujer. El domingo 30 René Bejarano llevó al Monumento a la Revolución cientos de autobuses para transportar a los acarreados para su mitin de retorno a la vida política nacional. Por si eso no bastara, la empresa Coca-Cola organizó un desfile, también el domingo, por el Paseo de la Reforma.A esto hay que añadir los plantones habituales, como el de la calle de Bucareli, junto a la Secretaría de Gobernación, que permanece ahí desde hace dos meses, con tiendas de campaña sin ocupantes, como el que durante tanto tiempo se mantuvo fuera de las instalaciones del ISSSTE en protesta por el nuevo sistema de pensiones o el que promovió Andrés Manuel López Obrador en el Paseo de la Reforma en 2006.Marcelo Ebrard puso su pista de hielo en el Zócalo de la Ciudad de México. Esto en principio no debería ser problema, pero cerró al tránsito no sólo las calles que rodean a la plaza sino también las aledañas. Las repercusiones se sienten hasta el Eje Central.Continúan llevándose a cabo, por otra parte, decenas de obras públicas del gobierno capitalino, con poca información a los ciudadanos y menor coordinación o eficacia en la construcción. La Avenida de los Constituyentes lleva obstruida dos años y eso que hace meses se inauguró el deprimido que supuestamente concluiría los trabajos. Las obras del metrobús asfixian avenidas importantes como Xola hasta Rojo Gómez, en tanto que en Insurgentes Sur se repavimenta por tercera ocasión el carril del metrobús. Además se están haciendo puentes y distribuidores viales en Mixcoac, Vaqueritos y otros puntos más.El pavimento de todo el Circuito Interior está siendo reemplazado a pesar de que el asfalto se encontraba en buenas condiciones. Curiosamente, cuando se quitó el concreto hidráulico del Paseo de la Reforma para reemplazarlo por asfalto, con el fin de que se pudiera hacer la presentación de unos autos de carreras de la empresa ING, se dijo que esto se hacía no para apoyar a la empresa sino porque el asfalto era mejor que el concreto. Hoy se usa el argumento contrario.El domingo el gobierno cerró parcialmente calles en buena parte de la ciudad para su ciclotón. Y el sábado y el domingo se realizaron cierres en las vías alrededor del Foro Sol por los conciertos de Madonna. Se llegó al extremo de cerrar el Viaducto, lo cual no tuvo ningún beneficio aparente pero sí generó un atasco monumental.No se entiende de qué sirve restringir cada vez más la circulación de vehículos o prohibir a ciertas horas el ingreso a la Ciudad de México a los automóviles de otras entidades cuando es el propio gobierno el que parece empecinado en generar embotellamientos y mayor contaminación.Si uno se estaciona mal en la ciudad, de inmediato surgen los equipos de empresas concesionadas que le ponen una araña a la llanta para inmovilizar el coche o las grúas simplemente se lo llevan. Pero si uno pertenece a algún grupo político, entonces puede bloquear el tiempo que quiera cualquier vialidad.Los bloqueos de calles se han convertido en un hecho constante en la ciudad. La autoridad ha mandado el mensaje de que los tolera, cuando no los apoya y subsidia. Por eso son tan comunes. Mucho nos dicen los políticos que la libertad de manifestación no puede ser limitada: que cualquiera tiene derecho a interrumpir el tránsito en cualquier lugar. Lo que da coraje es que a quienes respetamos los derechos de los demás y pagamos impuestos se nos sanciona cuando impedimos de cualquier manera el tránsito.Ahora ya no sólo el gobierno hace sus maratones, o el Ejército sus desfiles, sino que cualquier empresa privada u organización civil lleva a cabo los suyos sin preocuparse de los perjuicios que ocasionan a la gente. El gobierno de la ciudad, por otra parte, ha tenido una gran idea al promover el uso de la bicicleta, pero en lugar de hacerlo en lugares adecuados, como el Bosque de Chapultepec, o de asegurarse que los ciclistas y los peatones sean respetados en los días normales de trabajo con la aplicación de las mismas reglas de tránsito y civilidad de otras ciudades del mundo, lo hace bloqueando vialidades cruciales un día a la semana. Y mientras tanto, una ciclopista que costó 100 millones de pesos permanece vacía.Bastante caótica es la vida urbana. Pero los políticos y sus acólitos parecen empeñados en matar a la gallina de los huevos de oro.

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