jueves, 4 de diciembre de 2008

La paradoja Mitofsky

Héctor Aguilar Camín
Jueves, 4 Diciembre, 2008

La evaluación de Consulta Mitofsky del presidente Calderón al iniciar su tercer año de gobierno coincide en general con las de María de las Heras y el diario Reforma publicadas al inicio de la semana.
Según Mitofsky, que dirige Roy Campos, Calderón tiene un acuerdo del 61% de los encuestados y un desacuerdo de 36%.
Al mismo tiempo, dice Mitofsky, el 74% de la población cree que la situación política del país va mal o peor que hace un año y sólo el 20% cree que va bien o mejor.
La contradicción es evidente: ¿cómo puede tener 61% de aprobación un Presidente cuando 74 % ciento de la población cree que la situación política va de mal en peor?
La respuesta de Roy Campos es interesante: porque la gente no está culpando a Calderón de lo que pasa ni en el ámbito de la seguridad, ni en el de la crisis económica, los dos problemas que la gente percibe como fundamentales en el país.
Según preguntas de la propia encuesta de Mitofsky sólo el 17% de la población culpa a Calderón del crecimiento del crimen organizado, sólo el 18% lo culpa de los problemas políticos y sólo el 20% de la crisis económica. Lo absuelven de culpa en esas tres cosas más del 44% de los entrevistados.
De modo que en el caso de un eventual plebiscito sobre si Calderón debe quedarse en el puesto o dejarlo, el mismo 61% de los encuestados que está de acuerdo con su gobierno votaría por que continuara.
Como queda indicado, la percepción de la gente sobre el futuro del país apenas puede ser más negativa. El 85% de la gente cree que su situación económica es peor que hace un año y el 74% piensa que la situación económica general empeorará.
Casi igual de graves son las percepciones respecto de la seguridad: casi 80% cree que la situación ha empeorado en este año y 67% cree que empeorará en el siguiente.
Y sin embargo Calderón registra una de las mejores evaluaciones que hayan tenido distintos presidentes en el mismo momento de su mandato. Su 61% de aprobación es superior al que tenía Vicente Fox hace seis años (54%), superior al que tenía Ernesto Zedillo hace doce años (56.8%) y apenas inferior al que tenía Salinas, hace dieciocho (64%).
Parece cumplirse en Calderón la inmunidad soñada por todo político: no cargar con las culpas de lo que sucede, mantenerse intocados en su terreno mientras el mundo tiembla o se derrumba.
Extraña inmunidad, extraña opinión pública, extraño momento crítico de México, con un presidente a salvo del contagio de los males del país, que solían ser su culpa directísima.

http://www.milenio.com/node/125763

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